6. Hoy Vamos al Perito Moreno...

Nos despertamos temprano y desayunamos en el hostel, la gente muy simpatica. Solo dan un beso al saludar pero cada vez que te ven. Ana ya se ha acostumbrado. Tras recorrer el pueblo , como siempre recogiendo gente, el autobus sale en direccion al Perito Moreno. Vamos rodeando el Lago Argentino durante 40 Km atravesando la llanura para llegar a los Andes. Se llega asi de pronto, llegas a la primera montaña y a la vuelta estan las masas de hielo continentales y los glaciares.
Es algo Unico.
Al entrar en la montaña se pasan los 30 pesos de entrada al P.N. Desde aquí la carretera es de ripio y a las pocas curvas se comienza a ver el glaciar por su cara sur, una bella vista pero nada comparable a lo que veremos despues. LLegamos al embarcadero donde se divisa la cara norte y mas espectacular, desde ahí hacemos un acercamieto en catamaran, desde donde se aprecia mejor la altura del Perito , 60 m. No podemos acercarnos a menos de 250m, por riesgo de desprendimientos o por el alcance de alguna esquirla (ya se han producido heridos por esto, 32 muertos hace años).
Las vistas son espectaculares y de vez en cuando observamos algun desprendimiento. Tras el crucerillo emprendemos una bonita ruta bordeando la costa hasta las pasarelas, las vistas son cada vez mas espectaculares. Al llegar a las pasarelas contemplamos el glaciar por la parte superior y vemos que se aleja por las montañas, aqui nos podemos hacer una pequeña idea de su extension. Es una vista completa que no podemos dejar de mirarla. Los argentinos de nuestro lado comienzan a decir palabras como "relindo", immmpresionantre o Barbaro... (no es para menos). En la parte baja de las pasarelas la vision es todavia mejor, el ruido del glaciar es estremecedor, cruje continuamente por dentro y ante cualquier desprendimiento el ruido que hace es impresionante, miramos contiuamente al glaciar buscando desprendimientosqe caen cada 10 o 15 minutos. Puedes preveer los trozos que van a caer, pero esos nunca caen o por lo menos no cuando estás. El color azul de las grietas contrasta con el blanco de los bloques del frente. Es algo indescriptible y que uno no se cansa de mirar.

Nos encontramos en el graciar con los primos de Ana que están de luna de Miel. (Nacho y Lidia). Espero que el tio de Ana no vea las escenas que ha habado Nacho de Ana cargando con mi mochila... Comemos con ellos frente al glaciar pero llega la hora de irnos. Se nos ha hecho muy corto pero ha llegado la hora. Lo volvemos a contemplar conforme subimos por las pasarelas al autobus y nos da mucha pena dejar ese lugar. Impresionante.